lunes, 25 de enero de 2010

DE DESENCANTOS Y DESENCUENTROS

En una época en la que las alianzas políticas son la constante en el desarrollo público, las ideologías quedan de lado, dando paso únicamente a la conservación del poder por el poder, la imposibilidad de la sociedad para sentirse representada, radica en que la clase política solo se representa a si misma, sin que la gente pueda aspirar a que sus deseos, ideas o preceptos, se conformen como políticas de gobierno.

Inicialmente podríamos pensar que la falta de identidad política tendría como consecuencia, una falta de identidad de la sociedad, con los partidos políticos, sin embargo, el fenómeno de contar con una estructura político-gubernamental carente de facto de principios o doctrinas, ha desembocado en un desencanto social absoluto, que, irónicamente; es el caldo de cultivo necesario para perpetuar este esquema.

México, a lo largo de su historia, ha sido un país con un alto sentido político-ideológico, el mexicano, se ha involucrado en distintas doctrinas sociales, partidos, organizaciones, etc., y ha incorporado a su historia, la defensa que ha hecho de las mismas, incluso con sangre y fuego; sin embargo, nuestra realidad contemporánea dista absolutamente de lo hasta ahora enunciado.

Conversando con personas de distintos estratos sociales, culturales y económicos, podemos constatar que la emblemática participación activa en el acontecer nacional, ha quedado en el pasado, dando paso a una desilusión que se expresa en el hartazgo total en torno a los temas públicos; ya no existen los rojillos, ni los de ultra derecha, ni los de izquierda, ni los de nada, todos se han englobado en un solo grupo: “los que estamos hasta la madre”, y esto se debe, asumo, a que la oferta de estructuras e ideologías, finalmente se ha agotado; la clase política, es en su conjunto, nefasta, y su único interés, es el de preservarse eternamente en el poder.

Sobra decir que la percepción general de los políticos, ha sufrido la misma suerte; tanto los líderes sindicales, como los tecnócratas, los progresistas, los anarquistas y todos los que sean, en la conciencia colectiva, solo son el mismo truhán con distintos disfraces, pero en todos los casos, a ninguno el interés público le significa algo.

Evidencia contundente de esto, es el índice cada vez mas raquítico de votantes en las diversas elecciones, como ciudadanos lo sabemos, no importa quién llegue al gobierno, una vez que sea parte de la estructura, asumirá su función de convertirse en un engrane mas de la maquinaria que aplasta las aspiraciones de desarrollo social, e impide el bienestar de los ciudadanos.

Las organizaciones civiles corren con la misma suerte, no importa si hablamos de la comisión de derechos humanos, amnistía o transparencia internacional, unidos contra la delincuencia, o cualquier otra ONG, llegado su turno, todas se prestan al juego del titiritero, y con mayor o menor cinismo, toman su rebanada del pastel.

Llegado a este punto, no podemos sino reconocer que el panorama es desesperanzador, pero no solo eso, también es incierto y por lo tanto, potencialmente peligroso; como ciudadanos, tenemos hambre de creer en algo, pues la otra opción es la resignación a una realidad que nos deja en el desamparo, y esto se transforma en campo fértil para convertirnos en rehenes de falsos profetas y para radicalizar posturas; la clase gobernante, no se percata que su falta de resultados, alimenta el resentimiento social, y si bien es cierto que la violencia generalizada no se vislumbra, mas por la incapacidad de organización social, que por no existir un sentimiento de animadversión verdadero, todo se centra en que los tiempos sigan su curso y la realidad encuentre una circunstancia que sirva como detonante, ¿podrán serlo las próximas elecciones?; difícilmente, aunque una constante verdadera si habrá de apreciarse, derivada de las alianzas entre partidos, hasta ahora contrarios en el dicho, aunque radicalmente opuestos en sus supuestas ideologías, el electorado habrá de manifestarse; ¿Cómo?, seguramente no manifestándose.

1 comentario:

  1. El voto en nuestros sistema es libre y secreto. En esta ocasión me permitiré mostrarme partidista del "voto útil". EL voto útil NO es parecido a la quiniela de apuestas que se hace en la oficina. Quien acierte el mayor numero de resultados sera el ganador. Hasta aqui no resulta ninguna tarea dificil comprender el razocinio de la apuesta. En el juego del primer lugar con el del ultimo lugar ganará por porbabilidad estadistica el de mayores puntos. En esta planilla de resultados nos encontraremos con que si la mayoria apela a este razonamiento tendriamos muchos empates. Es asi que hay algunos buenos jugadores de estas quinielas aplican una tecnica llamada "la chica" Se arriesgan a marcar un resultado que podria ser claramente favorito y lo marcan al contrario. En el caso fortuito en el que todos han perdido esos puntos por marcar al favorito, quien hace "la chica" queda como unico ganador pues fue el unico que marco la contraria. Esto claro no aplica en el sistema de votacion. En el caso de los votos por mayoria, "hacer la chica" resulta completamente inútil. En este ejemplo no quiero meter el concepto del "voto blanco" ni las abstenciones, solo quiero dejar en claro que si mi voto será para el partido menos probable, lo mas seguro es que mi voto solo servirá para asegurar el registro a esos partiditos con buenas propuestas pero con cero personalidad y cero experiencia que lo unico que hacen es dilapidar sin verguenza las decenas de millones de pesos que le destina el IFE y que hasta hace poco ha intentado regular(creando un instituto mas, con mas y mas gastos) la manera de fiscalizar como se gasta este presupuesto. Y ahora nos vienen con la propuesta de la "2a Ronda" para que "ahora si" el presidente sea votado por la mayoria del padron. Pues si. Es claro que el partido con mas votos es el "Estamos hasta la M" Asi que llamo ala inteligencia de la democracia y unir fuerzas. El refran dice: "Divide y vencerás" Y necesitamos una nación fuerte y unida. Que me importa si visten de rojo, o de amarillo, o de azul, si es ateo, judio o crsitiano, prieto u rubio, al final somos mexicanos y estamos en el mismo suelo. Y no se vale decir "tu presidente" proque el presidente que goberne, me guste o no fue elegido por el mayor numero de votos, y ese sistema es lo mas crecano alo mas justo que ha existido en la historia.¿CUAL ES EL ESCENARIO QUE ESPERAMOS? Doce partidos con candidatos insulsos y desconocidos? Dos partidos contrarios agarrandose a sombrerazos y escupitajos mientras el otro mete goles sin sudar la camiseta? Como dice Abelardo. Si tienes huevos.... Manifiestate.(y no tiene nada que ver con las hordas de Juanito desgreñadose con granderos) Manifiestate. Por lo menos hazte oir, o leer.

    ResponderEliminar